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¿Científico irresponsable o el moderno Prometeo?

Actualizado: hace 2 días

Mary Shelley (1797-1851) nos regaló Frankenstein o el moderno Prometeo, una novela clásica precursora para la literatura fantástica de hoy en día. La obra hace énfasis en problemáticas e ideologías que la sociedad inglesa atravesaba en pleno movimiento romántico: el regreso a la expresión de las pasiones y los sentimientos gracias al fracaso del pensamiento racionalista, entre otros. Actualmente, las ideas plasmadas en Frankenstein siguen incentivando a la reflexión por parte de sus lectores y en este ensayo abordaremos una de ellas la cual considero, es el génesis de la catástrofe en dicha novela, además de ser una alerta a la comunidad: Víctor Frankenstein es más un científico irresponsable cegado por la vanidad que un moderno Prometeo y no solo es el verdadero villano de la novela, también es una clara advertencia sobre la ambición por sobresalir sin tomar en cuenta las consecuencias. 


En un principio Víctor se presenta como un joven virtuoso, amoroso y lleno de curiosidad por todo el conocimiento que le es desconocido, principalmente por la filosofía natural. Pasatiempo pasado por alto en un primer momento, pero observando a detalle los pensamientos del protagonista podemos percatarnos que fue ese, el comienzo de una obsesión por saber más que cualquier otro y la base de su tragedia. Posteriormente, esa “pasión” combinada con el entusiasmo, la convicción y la ilusión acerca del mundo fuera de Ginebra, lo llevan a alejarse de su hogar para finalmente sellar su destino, como suele repetir a lo largo de los capítulos. La creación de la criatura y su obsesión previa marcan un antes y un después en el personaje; la psicología se ve afectada cuando su prioridad se convierte en demostrar al mundo que él será el primer hombre en escalar el umbral desconocido de la muerte, de destruirlo para crear una sociedad completamente nueva que deberá alabarlo; los acontecimientos después de ello son una serie de consecuencias ligadas a la falta de consciencia de las acciones por parte de Víctor. 


Retomando lo anterior, ¿por qué Víctor no es el moderno Prometeo que Shelley promete si ha desafiado las leyes divinas y sufre las consecuencias? Si recordamos el mito de Prometeo sobre los engaños de este a Zeus, podemos observar en primer lugar que el titán no tiene intenciones de sustituir a los dioses frente a los mortales, aunado a esto, Prometeo desafía las reglas del dios con el fin de apoyar a la humanidad: primero ayudándolos para quedarse con la carne mientras los dioses se quedaban con los huesos y después regresando el fuego que Zeus les prohibió como castigo a lo anterior. Por el contrario, tenemos a Frankenstein cuyo proyecto empieza con la idea de ser el primero en descubrir los grandes secretos de la vida que lo llevan inmediatamente a relacionarlo con la muerte, ya que sin uno no puede existir el otro; el protagonista no se detiene ahí y con la seguridad de ser el mejor estudiante en la universidad, se plantea el ambicioso pensamiento de evitar la muerte. Empresa que no solo lo alejó de su objetivo principal, lo llevó a verse a sí mismo como un nuevo creador, un erudito capaz de resolver cualquier enigma. Se dejó consumir por la vanidad de los elogios y el reconocimiento que iba a obtener de lograr tal hazaña. 


“¡Cuantas cosas tendríamos al alcance de nuestro conocimiento si la cobardía o la indiferencia no frenaran nuestras investigaciones!” 


La frase anterior nos da una referencia que desde este punto su ambición le hizo perder el respeto a lo desconocido, a la vida e incluso a la ciencia porque desde sus inicios el manejo de la misma debe ser cuidadoso, consciente y responsable. Acciones que Víctor no tuvo, ni siquiera cuando termino de crear a la criatura. 


La irresponsabilidad en Frankenstein nos permite especular más a fondo sobre el personaje, porque si el proyecto que emprendió con tal pasión y diligencia hubiera sido planeado correctamente, pensando más allá de sus propios deseos, probablemente habría desistido en algún punto de su experimento o en todo caso, habría tomado en cuenta los resultados posibles de su creación, tanto físicas como emocionalmente para él y la criatura, además de las consecuencias sociales que aquello atraería, pero como todos sabemos que de haber sucedido algo de eso, la novela no hubiera tenido el impacto y la polémica que ha generado durante tanto tiempo. La irresponsabilidad del personaje sigue apareciendo durante el resto de la obra porque toda culpa o consecuencia las justifica diciendo que fueron los pensamientos de un loco o un destino sellado con anterioridad y no su verdadero “yo” quien lo hizo actuar de esa forma. 


Víctor no cumple con el estereotipo de villano porque él no creó a la criatura con el fin de destruir al mundo o algo parecido, es el villano porque sobrepuso sus deseos de grandeza a la reflexión de las posibles consecuencias de sus actos y la transformación de la criatura fue el efecto colateral del abandono de su creador sumado posteriormente a la continua irresponsabilidad de Frankenstein al no remediar sus acciones antes de acrecentar aquel circulo de tragedias.  


La obra, construida con ideologías románticas, no trata generalmente sobre el rechazo de la ciencia; ciertamente Shelley no crucifica al campo de estudio, abre las puertas a conversar sobre qué tan oportuno o ideal sería que la ciencia controle la vida en el sentido de que las personas deban estar únicamente enfocadas en resolver todos los enigmas del mundo, ponerse por encima de todas las cosas naturales existentes y ser solamente la creación del hombre el único valor que pueda poseer la sociedad. 


Lo anterior nos arroja directamente la pregunta de si la ciencia es un bien, un enemigo o simplemente una herramienta de la cual se presume tener control aun cuando durante tantos años pareciera que es ella quien controla al hombre. Víctor creyó controlarla cuando en realidad fueron sus deseos los que le sirvieron a la ciencia para regalarle al mundo una criatura antinatural, pero como en cualquier época, una vez que algo se sale de control se inicia una cacería en busca de culpables y es el mundo natural quien resulta afectado: con Shelley es la ruptura con la muerte y las muertes que desencadena el odio de la criatura al ser rechazada por el ser humano; en el mundo actual es el cambio climático que cada día se deteriora, la pandemia, la escasez de alimentos y la sintetificación de los mismos, las guerras, la esclavitud de las redes sociales, entre otros. 


En este punto parece que la ciencia es el enemigo, pero en realidad no es la causa de todos los males en el mundo; el uso irresponsable y excesivo de la misma para satisfacer deseos personales disfrazados de bien común, lo es. Frankenstein fue el primero en iniciar el dialogo ante el tema y por más ficción o fantasía que parezca es una preocupación real. A lo largo de los años gran variedad de obras tanto literarias como cinematográficas muestran el lado oscuro del uso irrespetuoso de una herramienta poderosa, tal es el caso de Avatar siendo una clara referencia a que el ser humano destruye todo lo que toca gracias a la ambición de siempre querer más; otro ejemplo es Chappie, el área de las IAs es todavía un misterio y tratar de crear vida artificial nos llevnuevamente a reflexionar ¿Qué tan beneficioso sería para la humanidad?


Ensayo creativo

Naeri Gutierrez, Alumna de Licenciatura en Literatura y Creación Literaria

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