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Un llanto a Constantinopla
Pobre criatura ultrajada, tus murallas lloran, tu suelo, pisoteado por herejes de turbantes, sangra. Hagia Sophia tiembla y ora por el auxilio de Dios. El fénix púrpura llora lágrimas de fuego al verse privado de su nido y San Romano se encuentra derrotado en la puerta. "Aún no sanas tus heridas de ser apartada de tu hogar y de la pérdida de tu glorioso padre, pero no llores, bella Constantinopla, él volverá y saldrá del mármol endurecido y Dios lo elevará portando el águila

Jonathan Ancheta
13 dic 20231 Min. de lectura
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